9 Días que me marcaron, Día 5

 

Día 5

La tranquilidad después de tantos sobresaltos. El domingo 10 de Febrero fue el día más tranquilo para la condición de mi Madre. Su respiración que antes era fuerte, inconsistente y con un mar de flemas, se tornó serena y tranquila.  Esa misma tranquilidad nos fue trasmitida a todos los que la cuidamos ese día.

 

Aún cuando los niveles de azúcar, presión sanguínea y fiebre no eran los óptimos, la serenidad era un común denominador en el estar de mi Madre durante este día.

La visita nuevamente del Sacerdote trajo consigo la posibilidad de acercar a mi Madre a la Comunión. Desafortunadamente, no se pudo lograr y solo atinamos a leerle el misal de ese día como si fuera su asistencia dominical a misa que tanto le gustaba.

 

El tema de las llagas en su piel se torna crítico. Son tantos días en la misma posición que es necesario iniciar el procedimiento de movimiento externo para que su cuerpo repose en diferentes posiciones. Los consejos recibidos por parte de las enfermeras fueron cabalmente aprendidos y practicados para colocar en diferentes posiciones a mi Madre. Se requiere, además, un cambio en las sábanas o del mismo colchón pensando que la duración en el hospital continuará por más días.

 

Una de mis hermanas escribió la siguiente frase en la Bitácora del Amor:

 

 "Tengo mucha fe en Dios. Él nos creo con un propósito y cuando ponemos la fe y sus creencias en acción, me pondo al alcance de las bendiciones de Dios".

 

La fe era algo que iba y venía entre todos los miembros de la familia.

 

 

 

Víctor M. Rodríguez G.

 

Febrero, 2014

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