Una breve anecdota de Monclova

 
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Como ya es por todos conocido de los acontecimientos que vivió Monclova el martes pasado, aumentó la presencia militar.  Movido por la curiosidad y por ser algo inusual en nuestra monclovita la bella, pues nos dirigimos  al cuartel militar, en el sur oriente de la ciudad,  y ahi logramos  ver una cantidad enorme de soldados que en mi vida había visto.    
 
Ellos en su rollo y, obvio, pasas despacio para admirar tanto vehiculo verde junto,  y las miradas no tardan en enfocarte, pero lejos de la hostilidad que nos quiere hacer creer la prensa, si tu los saludas ellos sonrientes te regresan el saludo, mi hijo brincaba de gusto
cuando el soldado le saludo desde el vehiculo donde estaba. Continuamos realizando nuestra actividades domingueras y, pues como no hay mas a donde ir, nos dirigimos a City Club y al salir nos encontramos con 3 vehículos militares: un camión grande mercedes benz y 2 pick up, acomodando en el estacionamiento de dicho centro comercial, en eso se dirigen 2 militares con el guardia y le comentan que si pueden pasar a comprar víveres pero que no tienen membresía  y escucho que el guardia les dice que lo vean con el gerente.
 
 
Mi hijo aun impresionado y a la vez extasiado de ver demasiados soldados, me dice: ¿papa nos tomamos una foto con ellos con tu celular?.... yo le conteso, ahorita no hijo, después....    entonces el me pregunta: ¿Papá los soldados son malos o son buenos......?
 
En eso mi mente dio un vuelco y pensé:  de la respuesta que le de, será la imagen que tenga de ellos. Si el los admira y los respeta, mis palabras serán decisivas.
 
Le dije: hijo, los soldados nos protegen y nos cuidan.        
 
Y siguieron las preguntas: y ¿que van a comprar a city club?, le contesto: pues tal vez de comer.
¿y donde comen papá?: en donde pueden hijo.
Fue entonces que me dice: papá ¿podemos darles algo de comer...?
 
le dije ¿en verdad quieres darles de comer? son muchos,
 
si, papá para que sean fuertes como yo.  
 
Y pues, tuvimos que entrar nuevamente a la tienda y compramos un pollo asado, una charola de tortas de atún en chipotle, una barra de pan y unas manzanas.

Ya con la comida en las manos nos acercamos a unos soldados que estaban cerca
de una de la pick up. Uno de ellos, con desconfianza, nos veía, el otro viendo y sonriéndole a mi hijo.        "señores buenas tardes, mi hijo insistió en que les ofreciéramos un poco de comida, espero no les moleste".

-Muchas gracias señor, gracias chaparro!!.  dijo el soldado que en su mirada expresiva
denotaba alegría y extendía sus manos maltratadas tomando las charolas y, en eso, dice   ándale compañero ayúdame.
"esto es un poco de lo que nosotros podemos darles en agradecimiento a lo que hacen" le dijo yo.   
 
Y su respuesta fue: No señor, gracias a ustedes, este detalle es muy importante para nosotros, nos motiva a seguir adelante.
Jamás pensé que el soldado me dijera esas palabras.

Y  así terminó ese encuentro con los militares que rondan la ciudad.
La moraleja es que, como dice el dicho: la educación inicia en casa.
 
Y los que somos padres tenemos la responsabilidad de formar ciudadanos responsables y ayer mi hijo me dio una clase de civismo y patriotismo, cosas que ya están perdidas actualmente en nuestra sociedad.
No trato de idolatrarlos, pero hay que reconocer el esfuerzo de nuestros soldados, que también son padres, hijos, esposos...  que eligieron ese trabajo por convicción, por falta de oportunidades... en  fin...  ya están ahi y son el ultimo bastión de seguridad
en México:    
 
Te invito que si llegas a verlos en un oxxo, en un centro comercial, no dudes en saludarlos,  en estrecharles su mano, sonreírles... u ofrecerles una botella de agua.
 
Buen día.


Atte.
Un ciudadano monclovense

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