LA INDUSTRIA COMO MEDIO PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA

 

Por Víctor M. Rodríguez G.

 

Por mis estudios profesionales, la mayor parte de mi carrera la he desarrollado en la industria de la transformación. Siguiendo los pasos de mi Padre que trabajó por 28 años en una sola empresa manufacturera, he dedicado largos periodos en las empresas en las que me he empleado. En una de ellas – la actual -, acabo de vivir un momento en los que la reflexión es necesaria para entender el papel de la industria como medio para lograr que un individuo se desarrolle, tanto en lo profesional como en lo personal, sobre todo, en esto último.

Cada año, la empresa prepara una ceremonia en la que reconoce a las personas que cumplieron 15 y 20 años de trabajo ininterrumpido. La ceremonia se realiza en un lujoso restaurante de la ciudad y cuenta con la asistencia, además de los homenajeados y sus invitados, de las más altas autoridades de la empresa, algunos de ellos, viajando especialmente para el evento. Otras ceremonias similares se realizan para aquellas personas que cumplen 5 y 10 años, pero no con la solemnidad de esta que les comento ahora. Mención aparte merece la ceremonia en la que se reconoce a quienes cumplen 25, 30 y 40 años de servicio a la empresa ya que ésta, a diferencia de las anteriores, se desarrolla en la ciudad sede del Corporativo y que demanda el traslado de los homenajeados y sus invitados a dicha ciudad. En esta ceremonia asiste el Presidente del Corporativo, los dueños y accionistas, lo que hace más solemne y majestuosa la celebración.

Cabe recalcar que en todas las ceremonias que menciono, se mezcla personal de cualquier nivel organizacional, sin distinción. Es común ver Operadores, Gerentes, Ingenieros, Licenciados, Supervisores, Coordinadores, en una mezcla que refleja la cultura de igualdad que tanto ha caracterizado a la empresa en la que laboro actualmente.

Regresando a la ceremonia de 15 y 20 años que asistí, viví un momento de los llamados mágicos de la vida. El Gerente de Recursos Humanos preparó un video en los que todos los homenajeados responden a preguntas relacionadas con el tiempo que han vivido en la empresa. El video, de una excelente calidad de edición, se desarrolla en diferentes áreas de la empresa y muestra a unos homenajeados en un ambiente relajado y disfrutando de sus comentarios que, sabiendo la intención de los responsables de la coordinación del video de presentarlo en dicha ceremonia, vertieron con gran fluidez, sin importarles el miedo escénico que imprime el tener una cámara de video enfrente y un interlocutor haciéndoles preguntas variadas.

Uno a uno, los homenajeados fueron apareciendo en el video y compartiéndonos, a los asistentes, detalles que son del recuerdo personal y que solo los que han vivido esa historia de trabajo, pueden comunicarlo con lujo de detalles: qué si el día que entraron a la empresa la música que se escuchaba era de aquel cantante famoso, qué si el primer sueldo fue de un "x" monto, qué si eras soltero al momento de ingresar, qué el traslado lo efectuaban en bicicleta o camión, etc. Detalles, como lo menciono, qué solo los interlocutores podían recordar y transmitir con lujo de detalles.

Con una excelente edición, el video nos presentó el motivo de mi reflexión: los homenajeados explicaron lo que ha significado trabajar en la empresa y los logros personales que han alcanzado utilizando, como medio, a la empresa misma.

Uno mencionó que, gracias a la empresa, había podido establecer una relación formal con su novia de aquél entonces y casarse con ella, formar una familia y darles educación de calidad a sus hijos.

Otro comentó, de manera muy emotiva, la oportunidad que le brindó el trabajo en la empresa, para hacerse de su casa.

Uno más detalló la compra del auto aquél que le permitiría dejar la bicicleta con la cual se trasladaba al trabajo.

Algunos de ellos, mencionaron las facilidades que les brindó la empresa para concluir sus estudios profesionales ya que, cuando ingresaron a la empresa, sus estudios habían sido truncados y habían recuperado el tiempo para terminar su programa de estudios.

Algunos más coincidieron sobre los logros deportivos en los torneos internos promovidos por la empresa.

Finalmente, los homenajeados cerraron su participación declarando emotivas palabras de agradecimiento a la empresa por todo lo que habían podido lograr tanto en lo profesional como en lo personal. La emoción nos invadió a todos los asistentes y, en mi caso, alguna lágrima se me escapó por lo emotivo de las palabras de los principales actores de la ceremonia.

Posterior al video, se procedió a la entrega de reconocimientos y la tan esperada cena.

 

El recorrido a casa y los días posteriores a la ceremonia, me sirvieron para evaluar el valor que aporta la empresa a sus empleados – Operadores, Administrativos, finalmente todos empleados –, y la transformación que logra en ellos, tanto en lo profesional como en lo personal, y que repercute en la primer célula de la vida social de un estado, de un país, como es la familia. Mientras que existan empresas que respeten el contrato que se sustenta al momento que una persona entra a sus filas, el futuro de la persona y de la empresa misma, es promisorio.

Se critica mucho a las empresas y más a los empresarios: qué si no pagan justamente los salarios, qué si no pagan impuestos al estado, qué si crecen a través de no pagarle a los proveedores, qué buscan el beneficio propio y no el de sus empleados y un gran etcétera que no concluiríamos en un documento como este. Sin embargo, existirán miles de historias como las que viví en este evento, en las que se presentan empleados de una organización para ser homenajeados por su lealtad a la empresa, pero es la empresa y quienes representan los intereses de la misma, quienes salen agradecidos por las palabras de quienes le han dedico toda una vida a su funcionamiento.

Las empresas y los empresarios son necesarios, no importando la visión que se forme de ellos en la crítica local o nacional. Ejemplos como los vistos en aquella ceremonia, demuestran la valía que tiene la industria como medio para mejora la calidad de vida de sus empleados y, porque no, del país mismo.

Discutía conmigo un gran amigo sobre el término lealtad. "La lealtad es solo entre individuos, no entre un individuo y las cosas", me decía. En este evento he comprobado que, empresas como en la que laboro, tienen vida, y al tener vida la elimina del concepto cosa y entonces, si existe lealtad entre los empleados y la empresa.

Por empresas como ésta, el crecimiento de las personas y del país, tienen futuro.

 

 

 

 

 

 

 

 

Diciembre, 2011

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