El ascenso de México en la economía mundial
04 de diciembre de 2012 Los bajos niveles de crecimiento económico y los problemas de seguridad pública llevaron a que algunos analistas tuvieran una visión poco halagüeña sobre nuestro país. Sin embargo, son muchas las cosas que han cambiado y de acuerdo con un reciente artículo de la revista The Economist, México muestra varios signos que hablan de su potencial de desarrollo y su ascenso como un actor relevante en la economía global.
Durante 2011, México creció a una tasa mayor que Brasil y se espera que este año nuestro país crezca aproximadamente en 4%, mientras que el gigante sudamericano lo hará en menos de 2%. De acuerdo con The Economist, al final de la década, México se ubicará entre las primeras 10 economías del mundo e incluso hay analistas que señalan que se convertirá en la primera economía latinoamericana.
Son varios los factores que explican este fenómeno. Uno de ellos son las exportaciones. A través de tratados comerciales, México tiene acceso privilegiado a 44 mercados del mundo, más que cualquier otro país. El valor de las exportaciones manufactureras mexicanas equivale al total de la suma de lo que exporta el resto de Latinoamérica en este rubro.
El principal mercado, por supuesto, es Estados Unidos. A decir de The Economist, en 1990, las exportaciones de México a ese país representaban 6.1% de las importaciones totales norteamericanas y hacia 2018 se estima que alcanzarán 16%, cifra superior a la estimada para China.
Lo anterior obedece al incremento en los salarios chinos y a la posición geográfica privilegiada de México. Estas ventajas han sido aprovechadas por empresas globales como la alemana Siemens, que tiene 6 mil empleados en 13 fábricas y tres centros de investigación en México. También Nissan está construyendo una nueva planta en Aguascalientes, que se sumará a las instalaciones con que ya cuenta en nuestro país. Pronto, cerca de 80% de las partes de sus autos provendrán de suelo mexicano.
Por mucho tiempo, Estados Unidos vigiló con recelo la frontera con nuestro país, a fin de detener la inmigración ilegal. Hoy día el flujo neto de mexicanos hacia el vecino del norte es prácticamente inexistente. Muchas de las personas en edad de trabajar se están quedando en nuestro país y contribuyen aún más al importante bono demográfico con el que contamos. En efecto, en los siguientes 20 años, habrá dos trabajadores por cada pensionado o menor de edad que no esté laborando, disminuyendo así costos al Estado y fortaleciendo la economía familiar.
Otro sector importante es el financiero. Actualmente, la penetración financiera en México equivale a 26% del PIB, lo que se compara negativamente con Brasil que presta un 61%. Sin embargo, señala The Economist, el sector comienza a mejorar. Los créditos empresariales están creciendo anualmente en una tasa de 12% mientras que los créditos personales lo hacen en 23%. Considerando los niveles de informalidad que hay en el país, los analistas creen que una parte importante de los créditos personales también se destina a los negocios. Así, se calcula que un mayor financiamiento, junto con las condiciones macroeconómicas estables actuales, puede contribuir a que la tasa de crecimiento del país se incremente en medio punto porcentual.
Por otra parte, se espera que la producción petrolera crezca por primera vez en ocho años y se estima que existen 30 mil millones de barriles en el Golfo de México, más de la mitad de las reservas calculadas del país. Aun así, se requieren importantes inversiones para impulsar la exploración y la explotación. Entre 2006 y 2011, Pemex perforó 18 pozos ubicados en aguas profundas, mientras que Petrobrás alcanzó 101.
Estas son sólo algunas de las ventajas con las que iniciará un nuevo gobierno en nuestro país. Si estas circunstancias no cambian, entonces existen condiciones para una importante etapa de crecimiento. Es cierto que persisten muchos e importantes retos por superar, pero las bases para un despegue están sentadas.
emadrid1@hotmail.com
@edelamadrid
Analista económico
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