5 técnicas de lenguaje corporal para triunfar en los negocios
Dejar una buena impresión al relacionarte con empresarios es uno de los aspectos que debes cuidar. Una buena imagen y el control de tus gestos, posturas y movimientos son factores que influirán en tus relaciones laborales. Si quieres triunfar en los negocios pon en práctica las siguientes 5 técnicas que te ayudarán a manejar correctamente tu lenguaje corporal, según publica el portal negocios1000.com.
1. El saludo
Es importante que el apretón de manos que des al saludar a otras personas muestre seguridad y fuerza. Este deberá estar acompañado de la presentación de tu nombre con un tono de voz claro y fuerte.
Es importante que cuides estos aspectos, ya que a través del saludo es que se evidencia la confianza que tiene un individuo hacia sí mismo.
2. Contacto visual
Mientras charlas con los profesionales es esencial que mantengas un contacto visual con la otra persona. Este no debe ser intimidante, ni debe resultar agresivo, o incomodar al otro individuo, lo mejor es que sea prudente y respetuoso.
De ésta manera podrás demostrar que eres una persona centrada, atenta y que te interesa lo que la otra persona está diciendo.
3. Mantén una buena postura cuando estés de pie
Evita dos tipos de postura cuando estás de pie: las manos metidas en los bolsillos y los brazos cruzados. Estas sólo demuestran pasividad y nerviosismo. Para mostrar confianza y relajación es aconsejable que tus brazos cuelguen de los dos lados de manera natural.
4. Controla tus micro-expresiones
A pesar de que te resulte difícil controlar tus movimientos, aprender a manejar las micro-expresiones (como la velocidad en que mueves tus ojos o tus manos) y los gestos es importante, ya que así evitarás cualquier tipo de mala interpretación de los mensajes que a nivel verbal y corporal emites.
5. La forma en que te mueves expresa tu carácter
Tus movimientos muestran tu carácter y parte de tu personalidad. Esto puedes evidenciarlo tan sólo viendo en la forma en que camina una persona por la calle. Si quieres que exista una congruencia entre lo que dices y haces, es esencial que cuides cómo actuas.
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