Una mente inspiradora

Una mente inspiradora

La mayoría de las personas diagnosticadas con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) mueren tras dos o tres años de degeneración neuromuscular, pero Stephen Hawking es una excepción a la condición médica.

El físico teórico y divulgador científico inglés goza de popularidad mundial (algo poco común entre los científicos) y ha publicado numerosos libros y cientos de artículos académicos.

Entre las muchas publicaciones del catedrático están Breve Historia del Tiempo, El Universo en una Cáscara de Nuez y El Gran Diseño.

Su investigación se concentra principalmente en la búsqueda del origen y la expansión del cosmos, y es una figura trascendental para entender el comportamiento de los agujeros negros.

A lo largo de su vida ha recibido 12 títulos honorarios, la Orden del Imperio Británico y el Príncipe de Asturias de la Concordia, entre otros premios, reconocimientos y medallas.

Uno de los cargos más prestigiosos que ha ocupado es el de Profesor Lucasiano en la Universidad de Cambridge, es decir, el titular de la Cátedra Lucasiana de Matemáticas, fundada en el siglo 17 y presidida históricamente por científicos de la talla de Isaac Newton, Charles Babbage y Paul Dirac.

Aunque jubilado de la docencia, continúa con el puesto de Director de Investigación del Departamento de Cosmología Teórica de la Universidad de Cambridge.

Stephen William Hawking nació el 8 de enero de 1942 en Oxford, Reino Unido, a exactamente 300 años del fallecimiento del científico renacentista italiano Galileo Galilei.

Aunque la figura de Hawking es asociada frecuentemente con la perseverancia, el propio físico admitió en una conferencia en el Royal Albert Hall que en su juventud era perezoso y no esbozaba el genio que luego se formaría.

"Mis trabajos en clase estaban muy desordenados y mi letra era la desesperación de mis maestros", admitió Hawking en esa conferencia, en octubre de 2010.

Sin embargo, al poco tiempo su interés por las matemáticas y la física se volvieron evidentes, pues aunque en 1959 se matriculó en la Universidad de Oxford para estudiar ciencias naturales, hizo una especialización en física, para después iniciar su doctorado en Cosmología en Cambridge, cuando apenas tenía 20 años.

Un año después, a los 21, Hawking fue diagnosticado con ELA, un hecho que pudo haberlo frenado, pero en vez de ello lo impulsó a brillar en la ciencia.

"Si de cualquier forma iba a morir, era mejor hacer algo bueno con mi vida", escribió Hawking en su sitio personal, "pero no me morí".

La comunidad científica considera que la enfermedad degenerativa que el cosmólogo padece ha ayudado a volverlo un personaje famoso, quizá porque sin ella sería simplemente un genio más, pero también porque la consecuente discapacidad lo motivó a seguir trabajando.

"Stephen tiene una tremenda determinación de resolver los problemas del universo", dijo Bernard Carr, profesor de matemáticas y astronomía de Queen Mary, Universidad de Londres, en un documental transmitido por National Geographic en 1997.

"Creo que una vez que recibió este diagnóstico encontró un refugio en la investigación física, y esto ayudó a que se volviera uno de los científicos más grandiosos de la historia", comentó Sean Carroll, físico teórico en el Instituto de Tecnología de California.

Hawking considera que su trabajo científico ha sido clave para su vitalidad excepcional.

"Ha ayudado mucho el éxito que he tenido en mi carrera científica", expresó en un documental de la BBC. "Me mantiene activo y viajo mucho, aunque estoy casi totalmente paralizado".

Actualmente, la movilidad del físico es casi nula, y para comunicarse utiliza su mejilla, uno de los pocos músculos que aún puede controlar, para operar el cursor del procesador de palabras en su computadora.

Hawking estuvo presente en la apertura de los Juegos Paralímpicos de Londres el año pasado, durante la cual ofreció un discurso inspirador para los atletas participantes.La discapacidad particular del científico podrá impedirle la movilidad corporal de un atleta paralímpico, pero mientras su mente siga funcionando, Hawking continuará desenredando los misterios del universo.



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