¡Renuncia! Pero hazlo bien

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Management. ¡Renuncia! Pero hazlo bien

No te vayas sin avisar. No te enojes con tu jefe. Agradece y despídete cordialmente. Nunca sabes cuándo te lo vuelvas a encontrar

Estás muy feliz porque has conseguido el puesto de trabajo que llevabas ya un tiempo buscando. ¡Bien! Pero antes de gritar por los pasillos de tu oficina lo feliz que estás por ello, tienes que ocuparte en hacer una transición ordenada para dejar una buena impresión en el lugar en el que laboras ahora.

Por muy enojado que estés o por mucho que estés cansado de lo que haces y de tu entorno laboral, la mejor decisión es salir amistosamente de tu actual empleo. ¿Por qué? Porque siempre es mejor dejar las puertas abiertas, ya que nunca sabes cuando volverás a necesitar de las personas que dejas.

Una de las recomendaciones en este tipo de situaciones es que evites la negatividad a toda costa. Es decir, tanto en la plática que sostengas con tu jefe para renunciar, como en los comentarios que hagas con tus compañeros de trabajo sobre tu partida, o en la entrevista que tengas con el Departamento de Recursos Humanos antes de tu salida, debes ahorrarte los malos comentarios y la hostilidad, por muy difícil que sea la situación que hayas pasado en tu actual empleo.

"Debes proporcionar una crítica constructiva y proceder con tacto y prudencia. Aunque puede ser tentador utilizar la reunión con recursos humanos para visceralmente hablar sobre las personalidades difíciles y las políticas insufribles de la empresa, contén tu lengua. Hacerlo no te hará una pizca de bien, ya que hay un riesgo muy grande de ofender a la gente y de 'quemar' los puentes con la gente de la empresa", asegura Alexandra Levit, coach empresarial y autora del libro They Don´t Teach Corporate in College: A Twenty Something´s Guide to the Business World.

El primer paso es avisarle a tu jefe. No andar por los pasillos contando sobre lo divertido que será tu nueva posición; no empezar a recoger tus cosas y a limpiar tu computadora. El primero que debe enterarse de tu partida debe ser tu inmediato superior. Si no lo haces así, "tu jefe se sentirá insultado de escucharlo de alguien más", asegura Levit; pero antes, debes de preparar qué le vas a decir. Así como pusiste atención a qué dirías en la entrevista de trabajo para entrar a este lugar, tienes que preparar qué dirás para salir.

"El argumento que armes al momento de tu salida decidirá en qué condiciones y términos vas a quedar con la empresa. Este argumento tiene que ser lógico y debe de corresponder a tu momento de vida y a la realidad de la razón por la que te estás moviendo de lugar", explica Erick López, gerente divisional para ManpowerGroup. El asunto debe contener las fuerzas que te movieron a tomar la decisión, ya sea por crecimiento, expectativas personales o por el gusto de una nueva función.

Ese momento

El tiempo promedio con el que debes anunciar tu partida es de 15 días, pero esto depende del grado de responsabilidad que tengas en la empresa. Si tienes un puesto directivo alto, incluso lo debes hacer con un mes de anticipación. Si tu puesto es operativo, lo puedes hacer con tan sólo una semana antes, asegura el especialista en recursos humanos de ManpowerGroup. Cuando hables con tu jefe debes hacerlo en privado y deberás ser agradecido, independientemente de lo negativo o positivo de tu experiencia laboral: "Es muy importante dejar el empleo dando las gracias, porque habrá algo que te haya sido de utilidad, como aprendizajes nuevos, experiencia obtenida o referencias laborales", recomienda la OCCMundial.

Si te es posible, no hagas que tu renuncia sea una sorpresa, es decir, hazle saber a tu jefe con anticipación que tienes deseos de estudiar o de probar otros retos. "Compartir tus pensamientos con anticipación no es posible siempre —por ejemplo cuando tienes un jefe rencoroso—, pero es más útil de lo que piensas", asegura Jaleh Bisharat, vicepresidenta de oDesk, un portal a nivel internacional para contratar en línea.

En esta situación debes prepararte para todo. Es posible que tu última jornada sea el día en el que renuncias. En algunas empresas esto es una política, pero puede depender de tu posición, de tu jefe o del lugar al que te muevas.

"Saca tu información personal de tu computadora y llévate las cosas que te sean importantes a tu casa con tiempo, pero no seas obvio. Deja escrito lo que necesiten saber tus compañeros para realizar tu posición. Con suerte vas a tener dos semanas para terminar de limpiar y recoger, pero nunca lo sabes", asegura Francis Gulotta, vicepresidente de Levo League, un sitio de internet dedicado a compartir consejos y recomendaciones para conseguir un mejor empleo.

La transición

Este proceso es muy importante para que asegures que las puertas quedarán abiertas para ti. Al irte es cuando debes trabajar más duro y en la medida de lo posible, tener las cosas listas para que el siguiente tome tu lugar. Es recomendable dejar una bitácora por escrito de cómo realizar ciertos procedimientos, por ejemplo. "Debe incluir qué haces, cómo lo haces y qué facilita el éxito en tu puesto. Anota las contraseñas y la ubicación de las principales carpetas. Escribe las recomendaciones para mejorar tu tarea de una manera positiva", sostiene Bisharat en un documento publicado en el Huffington Post.

En este sentido, asegúrate de no dejar tareas a medias, ya que nadie ofrecerá buenas referencias sobre tu trabajo si dejas problemas no atendidos, sostiene la OCCMundial.

En esta transición es posible que pudieras entrenar a alguien más que haga lo que tú haces, pero la recomendación del experto de Manpowergroup es hacerlo sólo en la medida que no retrase tu inicio en el otro lugar.



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