Si no generamos ciencia, lo que se puede esperar es más pobreza

Si no generamos ciencia, lo que se puede esperar es más pobreza | Foro Consultivo

Si no generamos ciencia, lo que se puede esperar es más pobreza 


Forum 30. Antes de su fallecimiento, ocurrido el pasado 18 de octubre, el doctor Gabriel Siade Barquet, integrante de la mesa directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico aceptó una entrevista con Forum para hablar sobre el Sistema de Centros Públicos de Investigación que él coordinaba, así como de su experiencia como director del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica, uno de los primeros Centros de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. En esta conversación, comparte algunas de las experiencias recogidas a lo largo de su fructífera carrera y expone con gran claridad sus concepciones sobre el desarrollo de este sector.

El doctor Siade, había pedido revisar la transcripción de esta entrevista con la finalidad de añadir en ella algunos conceptos, pero la muerte lo sorprendió y la charla quedó inconclusa. La publicamos íntegra, tal y como quedó registrada en la primera grabación, como un homenaje póstumo a uno de los más importantes líderes del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de México.

¿Cuáles son los retos que encuentra como líder del Sistema de los Centros Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT)?

Por primera vez en la historia del CONACyT ha habido un esfuerzo realmente sistematizado para crear y fortalecer este sistema. Los 27 centros están agrupados en una asamblea que se reúne normalmente cuatro veces al año para tratar temas que de alguna manera generan cierta inquietud entre los diferentes directores.

Ahora, más que nunca, estamos conjuntando mejor nuestros trabajos dentro de un esquema en el que se impulsa, ya no la creación de Centros de Investigación, sino que estos se aglutinan a través de un Consorcio. Por ejemplo, Aguascalientes tiene varias empresas automotrices, ahí se requería un consorcio automotriz, nos sumamos 7 Centros que podíamos aportar algo para resolver las necesidades presentes en ese sector.

En la actualidad, el Sistema de Centros Públicos de Investigación del CONACyT es muy importante, porque los Centros están diseñados para atender la problemática del país, llámense empresas o necesidades de los estados. Su objetivo fundamental es preparar recursos humanos muy calificados, realizar ciencia al más alto nivel e impulsar el desarrollo tecnológico en beneficio del país.

El Sistema tiene 27 Centros pero además tiene Unidades, es el sistema científico-técnico más descentralizado del país con presencia en más de 60 ciudades en la República Mexicana. Normalmente el efecto que tienen tanto los Centros como las Unidades en las diferentes entidades del país suele ser muy positivo, porque brindan la posibilidad de formación de recursos humanos de alto nivel y también de intervenir en las necesidades tecnológicas regionales.

¿Cuáles son las áreas más fuertes que tiene el Sistema de Centros CONACyT?

Son varias las áreas que tiene el Sistema que son de gran fortaleza. Por ejemplo, materiales y manufacturas; solamente en Querétaro, hay tres Centros que manejan esta área del conocimiento. El campo de la óptica se encuentra también muy desarrollado. Tenemos grandes fortalezas en diferentes áreas. Se cuenta por lo menos con 3 Centros en electrónica. En historia y en ciencias políticas, el CIDE es reconocido internacionalmente, también están las áreas de alimentos, materiales, procesos y biotecnología donde somos una gran fortaleza, también en automatización y robótica.

Hay 2 Centros que no reciben subsidio federal, uno es la Corporación Mexicana de Investigación en Materiales (COMIMSA) y el otro es el Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información y Comunicación (INFOTEC) que son capaces de generar la suficiente riqueza para mantenerlos activos sin tener subsidio. COMIMSA en el área metal-mecánica y petroquímica, y el INFOTEC en los sistemas de información, en software, donde son expertos.

¿Cuáles son las áreas que hay que fortalecer en el Sistema?

Debemos continuar y crecer en ciencias de telecomunicaciones. El propio Foro Consultivo está interesado en el tema de inteligencia artificial, creo que nosotros también tenemos que hacer el esfuerzo para incorporarnos a esa corriente que está promoviendo el Foro. En automatización, no se diga. Y aunque nosotros no tenemos Centros que trabajen específicamente en el área de la salud, sí puedo decir que varios de ellos están muy vinculados con este sector en la parte de tecnología donde tenemos una fortaleza muy grande y seguiremos impulsándola.

Otra área que debemos seguir impulsando es la de biotecnología. Todos los procesos y recursos que se pueden crear, desde vacunas, productos químicos, farmacéuticos… es un menú que no te lo acabas, y por la parte nuestra, tenemos una gran experiencia en el manejo del agua, tenemos tecnología que un grupo español quiere comprarnos para el tratamiento de aguas residuales y también tenemos mucha relación con la industria automotriz.

¿Qué lugar ocupa el Sistema de Centros en el contexto mundial?

En Latinoamérica somos los líderes, sin duda, no creo que exista un Sistema similar al nuestro; aunque sí se puede hablar de universidades prestigiosas en Brasil o Argentina, pero como Centros Públicos de Investigación somos el mejor estructurado de los Sistemas, y si nos comparamos con Europa, ahí sí encontramos una gama de asociaciones que tienen mucho años, como es el Sistema Max Planck, ahí sí no se tiene nada que hacer, por el tiempo que tienen, por la calidad de la investigación, por el impacto en el desarrollo de empresas alemanas y en España también han hecho un gran esfuerzo. Europa nos lleva una gran ventaja pero somos muy ágiles los mexicanos y los vamos a alcanzar pronto.

Además de dirigir el Sistema de Centros Públicos de Investigación del CONACyT, está al frente del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica (CIDETEQ).

El CIDETEQ tiene 25 años y tiene una historia muy singular. La principal área con la que inicia es la de procesos electroquímicos. Existen varias empresas donde se hacía el cromado de las defensas de los carros, proceso que está basado en la electroquímica. Fundamentalmente lo que hacemos ahora es usar la electroquímica como un conocimiento que puede ayudar a generar tecnología para aguas recicladas.

Tenemos un proyecto que fue distinguido con un premio de la Secretaría de Energía, que es la interacción de espejos concentradores de radiación para la generación de energía, esa tecnología la manejamos aquí en la institución, pero también tenemos áreas que se relacionan con la industria alimentaria y automotriz. Tenemos además un laboratorio certificado para las pruebas que requieren las diferentes partes y materiales de la industria aeronáutica, somos uno de los pocos laboratorios certificados por la industria aeronáutica del país, por ejemplo.

Podemos decir que tenemos gran actividad en sensores y biosensores, somos además la sede del Laboratorio Nacional de Micro y Nano Fluídica (orientado al estudio y aplicación del flujo de fluidos dentro y alrededor de objetos micro y nanométricos), y haciendo baterías que funcionan con material orgánico. Estamos todavía en pañales, pero esperamos llegar a la meta de poner una batería alimentada por fluidos del cuerpo, que puede ser la sangre, ya no se necesitaría cambiar las baterías para los aparatos del corazón, ese es el tipo de trabajos que se hacen.

En la formación de recursos humanos, el Centro también tiene cuatro posgrados de excelencia del CONACyT y todos relacionados con ingeniería ambiental y electroquímica.

El próximo año tendremos maestrías vinculadas con las empresas, en donde los alumnos forman parte del personal de las industrias y los proyectos de maestría se orientan a la solución de las necesidades de las empresas con el apoyo del CIDETEQ.

¿Por qué es necesaria la vinculación academia-empresa?

En el país hace mucha falta que la relación de las empresas con los centros de investigación y universidades sea más intensa, eso es fundamental. En México, el 70 por ciento del financiamiento para la investigación, desarrollo tecnológico e innovación lo paga el Estado y 30 por ciento la industria privada, y en los países desarrollado es al revés, el 70 por ciento son las empresas y 30 por ciento el financiamiento del gobierno. Para alcanzar las cifras de los países desarrollados tenemos que hacer esfuerzos como la propuesta de ALÍATE que propone una estancia de gente especializada de centros y universidades, para que hagan un buen diagnóstico en las empresas y después se puedan realizar proyectos que permitan la solución de problemas, es el mejor método.

¿Hace falta una cultura de la innovación en las empresas?

Es indudable. La competencia la ves en el supermercado, la competencia está en Michoacán o Guanajuato, está en China, Canadá o España, la competencia es amplísima y no tiene fronteras. Si no trabajas en cómo mejorar los procesos, abatir los costos y mejorar el producto para el mercado internacional, no se va a ningún lado; eso lo tienen que entender los empresarios. Ya que te metes en la dinámica de la innovación se hace un vicio, no lo puedes dejar, porque pierdes competitividad y mercado. Es fundamental que las empresas mexicanas trabajen en esta dirección.

Estamos preocupados en promover la innovación, para que cada vez tengamos más gente con calidad emprendedora porque será la única manera de que este país saldrá adelante. Como dice el director general del CONACyT, el doctor Enrique Cabrero, debemos tener un país donde el conocimiento sea la directriz.

Si no generamos ciencia y si esa ciencia no la utilizamos para algo en particular, si ese algo particular no genera riqueza, se rompe ese círculo virtuoso y lo único que se podría esperar es una mayor cantidad de pobres en este país.

Como miembro de su mesa directiva, ¿cuál es la importancia del Foro Consultivo en el fortalecimiento del sector de Ciencia, Tecnología e Innovación?

Me parece que realiza una actividad fundamental por los problemas que ahí se discuten, los temas no son triviales, se plantea en gran medida lo que será el futuro en el país en ciencia y tecnología. La vinculación academia-empresa es fundamental, porque de alguna manera influirá en las políticas públicas para el mejor desempeño, tanto de los centros de investigación, universidades y su relación con las empresas.

El Foro Consultivo es importante porque tiene corrientes de pensamiento de todas las naturalezas, empresas, asociaciones que promueven tecnología y representantes de la academia del más alto nivel dando opiniones.

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